Europa entera se enorgullece de contar con el Coliseo de Roma, una de las siete maravillas del mundo elegidas en el 2007 que en su etapa inicial llevaba el nombre de Anfiteatro Flavio y que aún hoy en día continúa sorprendiendo por su magnífica conservación a pesar del paso de los años y de todo tipo de acontecimientos.
Historia del Coliseo:
Se estima que la construcción de este recinto ocurrió entre el año 70 dC y el 80 dC por encargo del emperador Vespesiano lográndose un edificio de 189 metros de largo, 156 de ancho y 57 metros de altura con el objetivo de que la gente contara con un escenario propio y apto para eventos relacionados con el teatro de la mitología clásica, la caza de animales y las batallas entre gladiadores. Posteriormente en el siglo sirvió de sede cristiana, de refugio para terremotos y algunas ejecuciones.
Puntos importantes:
Su fachada merece un buen tiempo para ser contemplada, pues sus semicolumnas adosadas, ventanas y estilo diferente logran cautivar bastante. Ya en el interior tenemos la cávea o simplemente lo que conocemos como gradería, la arena y el hipogeo que poseen un subsuelo con subterráneos.
Lo más recomendable será el tomar una visita guiada que pueda orientar al visitante y compartirle las mejores historias de este famoso lugar, recuerda que es un sitio muy frecuentado por lo que seguramente las filas no serán nada cortas.
El horario que se maneja comprende un lapso de tiempo entre las 8:30 de la mañana y una hora antes de la puesta del sol.
- Dirección: Piazza del Colosseo, 1, 00184 Roma RM, Italia