Encontrarse en forma directa con la muerte es una experiencia que no suele considerarse apta para incluirse dentro de un recorrido turístico, pero el Cementerio Monumental de Milán aunque a muchos pueda parecerle extraño que sea mencionado como lugar para visitar, logra convertirse en un preciado monumento que se recomienda con toda certeza a quien llega a la ciudad y manifiesta disfrutar de diferentes formas de arte.
Caminar por este camposanto no produce miedo, por el contrario quienes tienen la fortuna de hacerlo coinciden en comentar que uno llega a sentirse casi como en un museo al aire libre que exhibe su propia historia.
Historia del Cementerio Monumental:
Entre los años 1863 y 1866 fue construido el Cementerio Monumental de Milán, proyecto concebido por el arquitecto Carlo Maciachini para dar respuesta a la necesidad de un sitio lo suficientemente grande para el descanso eterno y que de paso fuera propio para los muertos de las familias más influyentes. Su particularidad radica en el hecho de que logra darle otro sentido a la muerte por medio de las obras de arte y estilos arquitectónicos que lo conforman y le confieren un aire casi poético.
Disposición:
El cementerio se encuentra dispuesto en diferentes secciones habilitadas para la sepultura tanto de cristianos, judíos y otros credos. También existe un espacio para los italianos destacados e ilustres, una capilla, esculturas y obras de Giacomo Manzú y Francesco Messina entre otros.
Como es de esperarse, este es un lugar sagrado que debe ser tomado con el más elevado respeto y aunque en él se encuentran los restos de famosos personajes nunca debemos olvidar que demanda silencio y consideración.
- Teléfono: +39 02 8846 5600
- Dirección: Piazzale Cimitero Monumentale, 2, 20154 Milano MI, Italia