La Basílica de San Ambrosio forma parte del tan importante grupo de iglesias antiguas de Milán, es por esto que se ha convertido en un monumento de gran interés para quienes se interesan por el turismo religioso y obviamente por no perderse ningún sitio perteneciente al legado histórico de la ciudad.
En épocas anteriores se le conocía con el nombre de Basílica Martyrum puesto que bajo su suelo se encontraban los restos mortales de cristianos martirizados por romanos, pero tiempo después con el fallecimiento del obispo de Milán, San Ambrosio se decidió hacerle honor llamándola como hoy todos sabemos.
Historia de la Basílica de San Ambrosio:
Todo inicia en el año 379 cuando el ya mencionado obispo Ambrosio decidió que era necesaria su construcción, siendo utilizada para albergar reliquias de grandes mártires como Víctor de Calcedonia y Nabor. Posteriormente el obispo Angiberto II decide reestructurarla añadiendo algunas dependencias, decoraciones y altares hasta que finalmente entre 1088 y 1099 el obispo Anselmo ordeno reconstruir gran parte de ella para que se adaptara fielmente a la arquitectura románica.
La Basílica:
La basílica puede describirse un poco señalando su fachada larga y baja compuesta de ladrillos rojos, sobresalen también sus dos campanarios con formas de torre de defensa, un pórtico con algunos detalles mitológicos y un interior en el que se observan preciosas obras artísticas como es el caso de un bello mosaico y grandes pilares que además de cumplir con su función de sostener la estructura la embellecen.
- Web: http://www.basilicasantambrogio.it/
- Teléfono: +39 02 8645 0895
- Dirección: Piazza Sant'Ambrogio, 15, 20123 Milano MI, Italia