Es justamente durante el verano cuando se concentra la mayor cantidad de turistas en la Plaza de la Ciudad Vieja, un emblemático monumento de Praga que sin mayor esfuerzo ha logrado constituirse como una visita tan recomendable que nadie debe perderse.
Son muchos los factores por los cuales destaca este centro histórico, estos van desde los detalles arquitectónicos que hacen parte de las edificaciones que le conforman hasta el cálido colorido que consigue brindar todas las garantías para un paseo extraordinario.
Para contarles un poco respecto a sus orígenes e historia es vital mencionar que finalizando el siglo XI, el punto donde hoy se ubica era una especie de mercado en el cual lograban coincidir algunas rutas comerciales lo que consiguió empezar a darle algo de fama. Ya luego entre los siglos XIII y XIV se transformó en lo que es hoy en día nada más y nada menos que un punto estratégico que habla de tradición y belleza.
Lo que vas a encontrar:
Son realmente bastantes los atractivos que logran entretener al visitante, tenemos por ejemplo el ayuntamiento, el famoso reloj astronómico, el Templo de Tyn, el monumento a Jan Hus, la Iglesia de San Nicolás, el palacio de Golz Kinsky y toda una serie de locales que albergan cafés al aire libre propios para recuperar energía y continuar el descubrimiento de los encantadores alrededores y la contemplación de las lindas casas de marcado estilo gótico que decoran el panorama.
- Precio: Gratis
- Horario: Se puede visitar las 24 horas.
- Dirección: Staroměstské nám., 110 00 Staré Město, Chequia