Praga es una ciudad cosmopolita cuyo casco antiguo es considerado Patrimonio de la Humanidad. Los sitios turísticos más importantes se encuentran más o menos próximos entre si y pueden ser recorridos caminando. Las siguientes recomendaciones y consejos para viajeros en Praga le ayudarán a formularse un itinerario adecuado para su próxima visita:
Coronas Checas, no Euros:
Desde luego, puede utilizar sus euros como medio de transacción comercial en muchos expendios y casas de negocios, pero tenga en cuenta que su cambio le será dado en coronas checas. Generalmente, esta tasa la encontrará muy elevada; entonces, es conveniente hacer el cambio de moneda por el numerario oficial. Para ahorrar aún más, se aconseja hacerlo en la ciudad y no en el aeropuerto. En el centro encontrará muchos comercios de intercambio dedicados al rubro. Es preferible preguntar en varias de ellas y optar por el que ofrezca un mejor rendimiento por nuestro dinero.
Transporte en Praga:
Si ha llegado en temporada alta y no ha encontrado alojamiento en el centro de la ciudad (para transitar tranquilamente a pie) tiene como opciones el tranvía y el metro, son rápidos y económicos.
Para desplazarse desde el aeropuerto hasta su hotel es preferible tomar el servicio de transfer que le llevara hasta la puerta del alojamiento (que también lo deja, de regreso, dentro de la estación aeroportuaria). Sin embargo, si precisa un viaje más económico, lo mejor es ir hasta la Estación Central y desde allí coger un bus directo hasta el aeropuerto.
Lugares de interés turístico en Praga:
El periplo por el centro de la capital de la República Checa podría comenzar en la Plaza de Wenceslao y, desde allí, recorrer los barrios pertenecientes al casco histórico. Cerca de esta plaza, en el barrio Nové Město, está la Casa Danzante (un edificio moderno que llama la atención por su geometría particular), el Museo Nacional, la Plaza de Carlos y la Torre de la Pólvora.
En el distrito del Castillo encontrará, precisamente, El Castillo de Praga, la Catedral de San Vito y el callejón donde vivió el renombrado escritor Franz Kafka.
En el barrio de Malá Strana hallará el Monasterio de Strahov, la Iglesia de San Nicolás (donde Mozart tocó alguna vez) y varios palacios como el de Lichtenstein. El Puente de Carlos IV es otro lugar imperdible y es uno de los más concurridos.
En Staré Město no puede dejar pasar la Iglesia de Nuestra Señora de Týn (donde está la tumba del científico Tycho Brahe), el complejo de edificios del Ayuntamiento Viejo (en donde descubrirá el Reloj Astronómico –Orloj– y su mirador). Éste es el más antiguo conocido de la vieja Europa. Como dato, cabe mencionar que este reloj es capaz de mostrar cuatro horarios diferentes, entonces no debes dejar pasar la oportunidad para disfrutar de esta magnífica obra de arte.
No olvide detenerse, entre barrio y barrio, en los cafés de Praga. Por ejemplo, en el barrio Nové Město puede visitar el Café Imperial: un elegante establecimiento considerado una obra maestra del Art Nouveau. En el barrio de Malá Strana, no dude ingresar en el Café Louvre: impregnado de todo el estilo francés modernista. Otros cafés interesantes son Savoy, Kavárna Lucerna, Kavárna Evropa y Kavárna Slavia (todos repartidos dentro del recorrido histórico).