La Basílica de San Juan de Letrán no es simplemente un monumento más de Roma, es la iglesia más antigua del mundo y forma parte de las citas obligadas de quienes se inclinan por el turismo religioso dentro de esta cautivante ciudad.
Esta construcción cumple con la importante función de ser la Catedral de Roma y pese a ciertas restauraciones ocasionadas por algunos sucesos como es el caso de incendios y terremotos guarda una buena proporción de su atractivo original.
Origen:
Los inicios de San Juan de Letrán se remontan al siglo IV cuando simplemente era el Palacio de Letrán, pues fue en esta época cuando el emperador Constantino decidió que este debía ser la residencia del papa por lo que pasó inmediatamente a convertirse en la sede del catolicismo hasta que el papado un poco más de mil años después, tomó la decisión de trasladarse al Vaticano.
Puntos de interés de la basílica:
Desde los portones de ingreso hasta el interior merecen un recorrido pausado que permita apreciar sus muchos detalles, durante la visita vas a encontrarte con la Capilla Corsini, un calco del mosaico del ábside, la tumba de Martín V y el Claustro Cosmatesco.
Sus dos fachadas causan a primera vista una admiración, al igual que unas cuantas estatuas de santos que forman parte de la decoración exterior, pero es el obelisco es el que más impacta por su gran altura y panorámica.
- Dirección: Piazza di San Giovanni in Laterano, 4, 00185 Roma RM, Italia