El muro de Berlín fue derribado en el año 1989, sin embargo, el gobierno alemán decidió conservar hasta nuestros días algunos fragmentos del mismo, debido al importante significado histórico que éste contiene para sus habitantes, recibiendo los restos una gran cantidad de viajeros curiosos cada año.
Aunque no son muchas las partes del muro que se mantienen de pie, las que lo hacen se encuentran ubicadas en puntos turísticos y estratégicos de la ciudad, funcionando como referencia para los visitantes en cuanto al pasado reciente de los monumentos que los rodean.
La fracción de mayor importancia que se puede observar, es una cuya longitud mide más de mil trescientos metros, aunque el añejo hormigón puede funcionar como una auténtica exposición de arte, ya que en él se han llevado a cabo todo tipo de pinturas y graffitis, los cuales pueden verse durante todo el recorrido.
De hecho, algunas secciones han sido especialmente apartadas de su sitio original para organizar una muestra.
Historia del Muro de Berlín
El famoso muro fue levantado con el único fin de dividir el territorio de Alemania en dos, convirtiéndose en una medida extrema, producto del final de la II Guerra Mundial.
Para poder atravesar la barrera, físicamente o enviando información, se debía pasar por un riguroso control que incluso abarcaba la revisión del servicio de correspondencia. Además, el intento ilegal de cruzar la frontera podía terminar acabando con la vida de la persona.
Referencias a este tipo de hechos pueden hallarse en distintas expresiones literarias, como es el claro ejemplo de la novela “El muro”, del escritor Klaus Kordon.