Empezamos una serie de artículos sobre los destinos más baratos de Europa. Más importante que un billete de avión barato es el presupuesto para gastos, que no será el mismo si necesitamos 3 euros para un café en París, o si con 5 euros puedes cenar en Rumanía.
Escogemos un viaje a Rumanía para presentarlo por ser uno de los pocos países que, pese a estar industrializado, sigue ofreciendo en sus bosques y paisajes la autenticidad de lo natural. La desventaja de sus trenes antiguos, las tristes carreteras llenas de baches (tan grandes que no lo puedes creer hasta que no lo has visto), y la pobreza en general, hacen que mucha gente se conforme con vivir en sus valles con nada más que los recursos naturales. El mantener apartada la “civilización agresiva” consigue resguardar la naturaleza y que sigamos encontrando paisajes como el de la imagén de arriba.
Respecto a los precios en Rumanía, hay variedad: Si buscamos un hotel en una ciudad, tendremos que pagar un precio similar a Londres. Si alquilamos un piso en la ciudad, lo podremos encontrar a partir de unos 100 euros al mes. Por otra parte, los restaurantes locales tienen sus precios adaptados a la economía local, lo que significa que en una pizzería pueden cenar 3 personas abundantemente por 15 euros en total, pero un rumano medio verá ese precio como el sueldo de dos días.
Y si antes hablábamos de carreteras, lo ideal es mentalizarse y visitar el país cargando una mochila con paciencia, y usando los trenes para llegar a las ciudades de Transilvania más cercanas a los castillos, que suelen encontrarse tras un camino que lo separa de la ciudad. Son muchas las leyendas sobre Drácula y otros monstruos, pero esto mejor acercarse y preguntar a la gente del pueblo: Allí todos conocen la verdadera historia de Vlad Tepes…
si es verdad os lo recomiendo, si teneis la oportunidad id a verlo, os cambiara la opinion en general en bien.