En la lista de los monumentos más emblemáticos de Berlín, el Estadio Olímpico se alza victorioso como símbolo de la importancia que merecen los deportes y de paso como un baluarte que desprende los más bellos toques arquitectónicos, que corresponden en gran parte a mantener la atención en esta especial estructura que hoy en día es la sede oficial de el equipo Hertha BSC de Berlín.
Historia del Estadio Olímpico:
Todo inicia con la necesidad de un espacio apto para la celebración de los juegos olímpicos del año 1936, por lo que se decidió remplazar a el ya existente Estadio Alemán, bajo la dirección de Werner March. Las remodelaciones han sido la constante, pero los buenos resultados hablan por sí mismos y demuestran el gran valor tanto cultural como turístico del que goza en la actualidad.
Instalaciones:
Dos estatuas de gran tamaño dan la bienvenida a el Estadio Olímpico de Berlín, su techo es bastante particular debido a su estructura, la superficie que lo compone es de pasto y su capacidad se estima en un total de 76.000 espectadores.
Recomendaciones:
Para disfrutar a pleno del recorrido de este gran monumento, lo mejor es optar por la compañía de un guía o el uso de algún tour, pues no es lo mismo observar desde afuera que tener la oportunidad de conocerlo a fondo y de paso escuchar todas las anécdotas y datos relevantes que forman parte de su original historia.
El mito de las olimpiadas de 1936:
Es curioso en parte como las series, frases “populares” e incluso documentales, etc… nos hacen a veces creer cosas que no son y que al hablar de ellas afirmarlas con rotundidad. Este posiblemente sea el caso del mito de que Owens humillo a Hitler y a la Alemania Nazi.
Todo comienza porque Hitler quería con este evento demostrar la superioridad racial aria a través de sus deportistas. Hitler quería un evento importante e imponente así que encargo a Goebels (ministro de propaganda Nazi) que realizara un elaborado programa de difusión y el propio día de la inauguración hizo pasar antes de aparecer el mismo el dirigible Hindenburg, como muestra de poder.
Bien tras explicar el contexto vamos con la historia. Los deportistas alemanes fueron los que más medallas ganaron durante las olimpiadas del 36, así que Hitler se sintió bastante orgulloso (hecho que incluso pudo haberle ayudado a seguir con sus disparates raciales). Las creencias populares también nos dicen que Hitler se negó a darle la mano a Jesse Owens, el deportista afroamericano que gano 4 medallas de oro (en salto, y los 100, 200 y 400 metros), nada más lejos. Hitler felicito personalmente a los dos mejores deportistas de aquellas olimpiadas porque quiso, ya que no estaba obligado a saludar a nadie. Incluso dejo de saludar y felicitar a muchos deportistas alemanes.
Lo más curioso de toda esta historia es que el propio Jesse Owens afirmo en sus memorias que se sintió más dolido por el trato de su propio país que por el del gobierno alemán. El gobierno alemán le felicito por sus medallas mientras que Franklin Roosevelt (el presidente en aquella época de los Estados Unidos), no le invito a las celebraciones en la Casa Blanca ya que estaba en plena campaña electoral y necesitaba el voto del sur de los Estados Unidos (un sur Racista).
- Web: http://www.olympiastadion-berlin.de/
- Teléfono: 493-030-0633
- Dirección: Olympischer Platz 3, 14053 Berlin, Alemania
