Si existe un tema controversial que involucre el sistema de transporte en Roma es sin duda aquel que se refiere a los taxis romanos, pues entre las miles de opiniones que estos desatan se descubre un común denominador que nos habla de costos excesivos y de la intención de pasarse de listo por parte de muchos conductores.
Los taxis en Roma son de color blanco, llevan una inscripción en la parte superior que te ayudará a identificarlos y por si fuera poco exhiben el escudo de la ciudad, de manera que será sencillo identificar los coches autorizados para el ejercicio de este oficio.
Precios de los Taxis de Roma
Resulta algo complicado hablar de precios ya que el taxímetro será el encargado de estimar el dinero a pagar, sin embargo existen 2 niveles que sirven como base para darse cuenta del monto en deuda.
La tarifa 1 es la que se usa para los recorridos dentro del casco interno de la ciudad, mientras que la tarifa 2 se aplica los domingos y festivos y cuando se va a lugares ubicados en las afueras. De igual manera los aeropuertos disponen de tarifas oficiales cuando se tiene como destino el centro y existe una tarifa mínima que en horario diurno es de 3 euros y en horas de la noche es de 6 euros.
- Precio mínimo de lunes a viernes de 6 a.m. a 10 p.m.: 3 €
- Precio mínimo en días festivos de 6 a.m. a 10 p.m.: 4,50 €
- Tarifa mínima por la noche: 6.50 €
- Tarifa por kilómetro (Tarifa 1): 1.10 €
- Tarifa por kilómetro (Tarifa 2): 1.30 €
- Tarifa por kilómetro (Tarifa 3): 1.60 €
- Recargo por cada maleta adicional (una por pasajero incluida en el precio): 1 €
- Recargo por reservas telefónicas: 3.50 €
- Tiempo de espera de una hora: 27 €.
Información Útil
Para solicitar un taxi puedes acudir a las paradas adecuadas para esto, aunque también está la alternativa de llamar a una empresa de radio taxi a pesar de que posiblemente resulte un poco más caro debido a que se añade un cobro extra.
Tu seguridad es importante, así que trata de identificar los taxis debidamente certificados y averiguar en forma previa el posible valor para no llevarse sorpresas desagradables.
